You make me feel alive

26 de febrero de 2011

¿Kylie? ¿Qué Kylie?

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¿Al principio dice una palabrota en español cateto?
Da igual: a esta copla se le tiene muuucho cariño. Porque será una noche más que especial. 

A estas alturas, todo el mundo conoce o debería conocer a Kylie Minogue (/ˈkaɪliː mɨˈnoʊɡ/), la única Kylie, una artista a la que cuesta mucho encontrarle defectos.

Intentemos -que es mucho intentar- olvidarnos de la belleza de su físico. Qué curiosidad despierta siempre un artista que ha ido evolucionando a costa de unos principios estrafalarios.

Por algo será que en spotify no se encuentran los primeros discos de Kylie. La calidad parece que empieza con el álbum Kylie Minogue (1994), que podría haber sido su Results.

En su discografía no puede faltar hasta un álbum rockero  -dentro de su concepto pop, claro-, que vino a ser Impossible Princess (1997). 

Uno de los pocos discos perfectos de toda la historia de la música tiene como título Fever (2001), responsable, entre otras proezas, de que, en las Listas de Canciones de Polo se diera la insólita circunstancia de copar ella solita los tres primeros puestos en la lista mensual. Fever cuenta entre sus compositores a la nunca bien ponderada cantante Cathy Dennis y acierta al no incluir ni una sola canción lenta.

Body Language (2003) aparece como un disco menor hasta que se escucha con atención y se advierten sutilidades poco comunes en la música pop: ah, esa intervención de Green Gartside (Scritti Politti) en "Someday". Y, cuando después de sufrir un tumor cancerígeno, Kylie publicó X, un disco alegre y vitalista, como todos los suyos.

Las Listas de Canciones de Polo nos sirven para establecer el Top 12 de Kylie:

  1. "Tightrope"
  2. "Chocolate"
  3. "Slow"
  4. "Spinning Around"
  5. "Under the Influence of Love"
  6. "On a Night like This"
  7. "Boy"
  8. "Light Years"
  9. "More More More"
10. "In Your Eyes"
11. "Paper Dolls"
12. "Burning Up"

Su mejor video es "Confide In Me", en el que el dudoso peinado no impide convertirlo en una insuperable oda a la soledad sexual. A falta del mismo, aquí está con uno de sus muchos colaboradores ilustres:


Oh, la belleza.

Dejamos la guinda para el final. ¿Han visto ustedes el cartelito de la gira Les Pholies Tour un poco más arriba? ¿Se han fijado en el día 5 de marzo? ¿Qué? ¿Que no? Pues acuérdense de que a ese concierto espectáculo acudirán inshallah insignes espectadores: este que lo es y otros blogueros ilusionados.

Ah, ¿que no conocen a Kylie Minogue? Ah, bueno. ¿Y qué canción les gusta de ella? ¿Y qué disco les suena más? ¿Y cómo creen que será verla en directo? Glubs: parece mentira.
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19 de febrero de 2011

Viaje por regiones pequeñas (i)

Pues lo de este alsaciano está mejor que el "Alsatian Cousin" de Morrissey

Suena bien la palabra región, desprovista de sospechas políticas o nacionalistas. Como Small Is Beautiful y You´ve Got to Discover -dos de las frases más acertadas sobre La Vida-, es emocionante viajar a una región como La Alsacia y quedarse casi una semana en ella. Inch´allah.

Winstub: los baretos
Alsacia suena a rica porción; Francia y Alemania se han turnado para engullírsela. Esto debe ser el corazón de Europa; tanto es así que hasta el Rhin la delimita. 

Comprobaremos que los platos típicos responden a la sürkrüt (como de Berlín), la baeckeoffe (¡más de 24 horas de preparación!), flammekuech (según dicen, una mal llamada tarte flambée), la fleischschnacka (qué buena pinta) y, de postre, un bizcochito conocido como kouglof. ¡La dieta del Sacro Imperio Germánico!

Ya que estamos en la Europa más Europa, también hay un viaje excitante: en tren desde la capital alsaciana hasta la ciudad de Munich, un recorrido por el sur de Alemania que nos recuerda a...

Igual que ellos 4, departiendo con europea discrección

Perdonen ustedes: hemos mentido o, al menos, no hemos sido muy fieles a la realidad. NO vamos estrictamente a la Alsacia sino a la capital, a Estrasburgo. Es que eso de La Alsacia suena tan bien que incluso sirve para despistar cuando a uno le preguntan "¿A qué parte de Francia vas?".

¿Estrasburgo? Ah, sí: el Parlamento Europeo, ¿no? ¡Pero bueno! ¿Es que no han oído ustedes hablar de la Petit France? Pues se van a enterar.
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11 de febrero de 2011

Psicofonías: ¿voces del más allá?


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¿Les suenan?


Un disco titulado genérica-mente Psicofonías (1994) no podía ser sino sobrecogedor. Después de más de quince años y tras decenas de escuchas, parece un álbum casi perfecto.

La cuasiperfección la dan tanto la calidad como la variedad. Ambas crecen a medida que avanza el disco por sus 18 pistas: desde el reggae moderno, seguido del espíritu de los Primal Scream más hedonistas y del primer Lenny Kravitz que aflora -adornado por un rapeo- en "Are You Fish", hasta brotes de los Dee-Lite de su época: los primeros 90.


Después viene más rap, más acid suavón ("Africa", con título para despistar y remedo de "You Only Live Twice" de Soft Cell), el fogonazo propio convertido en el -por llamarlo así- éxito del grupo, las salvas de guitarras flamencas, el pastiche de lo más conocido de Cornershop y, para cerrar, La Balada monumento a la desolación.


Aquí tienen la portada y el single

¡Ah, que falta una! Esa Cosa que va mucho más allá de la perfección recibe el nombre de "Persecution". Resulta muy difícil hablar de ella debido a su... excelencia; además, ya está en la entrada de las canciones de 2010. Es suficiente. Gracias.

Habrá que decir quiénes son los intérpretes. ¿Creen ustedes que se pueden enamorar los leones? Sí: Lions in Love. A los mandos, Daniel Melingo -posterior artífice de tangos de nuevo cuño- y, en las voces, la incombustible políglota Stephanie Ringes.

Hace un par de meses, aprovechando un fortuito encuentro en Buenos Aires, tuvo lugar una re-unión de Lions in Love con actuación incluida. Agradeceríamos cualquier información al respecto.

¿No habían ustedes oído voces de otro mundo? Pues aquí disponen de algunas de ellas. El disco hipnótico, el disco incansable, el disco evocador: Psicofonías.
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4 de febrero de 2011

¿Atendiendo a los demás?

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-¿Te gusta este trabajo? -preguntó él.
Tú le respondiste:
- Me encanta.
Él insistió:
- Pero ¿que te digan que le empieza el dolor por el hombro derecho, le baja por la espalda pero muy por dentro y le termina en la cadera izquierda, donde siente unos pinchazos insoportables, ay, qué dolor?
- Sí.
Él seguía preguntándote:
- ¿Y lo que más te gusta?
- Lo que más me gusta es el Alzheimer.

¿Música perturbadora?


Tu respuesta -"Lo que más me gusta es el Alzheimer"- le había dejado sin habla.
Entonces eras tú quien dirigía la conversación:
- Me gusta porque veo cómo se mejora un día y, aunque después se vuelva atrás, la recompensa no tiene precio. Yo lo noto... Se nota todo mucho más que en la vida... normal.



Grandes interpretaciones y un nudo en la garganta.

Él, ya repuesto de su menisco ligeramente pero todavía atónito, con la lengua perdida en otro mundo, deseó -por un segundo- sufrir esa enfermedad (u otra de esas que llaman raras) durante una tarde en que tú le visitaras.

Un motivo importante





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